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Dinamarca

En Dinamarca hay una gran tradición de suministro energético comunitario. Las cooperativas de consumo y los municipios han tenido en sus manos la producción eléctrica; ya que  normalmente la producción de energía se ha basado en principios no lucrativos.

Esta situación cambió cuando Dinamarca aplicó las políticas de mercado energético interno europeo, lo que supuso la liberalización del suministro de energía y permitió a las empresas tomar el control de las centrales eléctricas.

Hoy en día, la calefacción urbana, muy habitual en las ciudades de Dinamarca y con diferencia la fuente energética más importante en términos de suministro de calefacción, todavía se organiza bajo un sistema de organizaciones sin ánimo de lucro cuyos propietarios son cooperativas y municipios.
En la década de los ochenta y noventa, la mayoría de los aerogeneradores existentes en el país estaban en manos de la ciudadanía local organizada en cooperativas. En la actualidad, tan solo el 20% de los proyectos eólicos locales pertenecen a ciudadanos, lo cual ha provocado un aumento de las protestas locales.  

Hasta hace apenas dos o tres años, la producción de electricidad con paneles solares era muy limitada. Hasta finales de 2012, Dinamarca utilizaba el sistema de medición neta de electricidad para los hogares con la instalación de paneles fotovoltaicos de hasta 6 kW. Este sistema funcionaba durante todo el año, por lo que los hogares podían producir electricidad solar normalmente en verano y «recuperarla» de la red durante el invierno y por la noche. La combinación de este sistema con la bajada de precios de los paneles solares y con las campañas de información por parte de servicios públicos, ONGs y pequeñas empresas locales dio como resultado un gran aumento del número de pequeñas centrales fotovoltaicas. El número de paneles fotovoltaicos aumentó de 4.100 en enero de 2012 hasta 89.500 en 2013.

Este desarrollo positivo provocó la reacción de las eléctricas y de la mayoría del Parlamento danés.  El sistema era demasiado atractivo para los consumidores, por lo que se cambiaron las reglas.

En 2013 se implantó la medición neta horaria de la electricidad combinada con una tarifa regulada.  Esta tarifa también existe en las plantas fotovoltaicas de cooperativas, pero en el plano legal todavía no ha quedado claro quién podrá participar en cooperativas en el marco de las tarifas reguladas. Se acordó 20 MW como capacidad anual máxima del panel fotovoltaico dentro de la tarifa regulada. La tarifa se reduce cada año.

La implantación del sistema de tarifa regulada se abrió para las plantas fotovoltaicas de cooperativas, sin embargo sigue habiendo un gran número de impedimentos legales que bloquean la creación de nuevas plantas.

Enlaces de interés:

Cooperativa eólica de Middelgrunden

La Academia de Energía

Aeroe Oficina de Energía y Medio Ambiente

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